Cuenta la vieja tradición oral de la isla de Pascua, que hace muchos años llegó hasta la costa cercana de Hanga Tetenga, en la parte sur de la isla, un gran león marino, en el que se había reencarnado el alma del Ariki (rey) Tangaroa.Al verlo los isleños quisieron matarlo, pues padecían en esa época de gran hambruna, pero el león les habló y les dijo que no lo hicieran. Sin embargo ellos, apremiados por el hambre, lo mataron, lo trozaron y empezaron a preparar un gran tunu ahi (curanto).Horas y horas trataron de asar la carne del león marino y ésta siempre se mantuvo son cocerse. Alarmados los habitantes de la isla, se llevaron algunos trozos de carne para cocinarlos con más calma en sus casas, mas todo fue inútil.Ante el temor de un castigo, llevaron todos los restos de carne y los enterraron en un gran hoyo en Vaitea, en cuyo lugar nació y creció un gigantesco árbol, existente hasta el día de hoy.Aún se conserva también, en la costa de Hanga Tetenga, un círculo de piedras que marca, según esta leyenda, el lugar exacto donde se realizó el frustrado curanto.
martes, 27 de octubre de 2009
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