La tierra de Rapa Nui era grande en los tiempos pasados y tan extensa como la tierra del continente; pero Uoke, el Dios devastador, tenía gran poder sobre ella. La levantaba o hundía cuando lo deseaba, y para estos movimientos sísmicos usaba una palanca.
Cuando levantaba Rapa Nui, su superficie alcanzaba hasta el continente Puku-Puhipuhi.
Cierto día cuando Uoke se divertía con hundir parte de Rapa Nui para levantar al continente , se le quebró la palanca. Rapa Nui, que se encontraba en ese momento abajo, quedó pequeño, aflorando sólo las cúspides de sus montañas; en cambio, el continente por estar arriba quedó grande
1 comentario:
Ahora pude... yupi!!
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